La reputación corporativa de una clínica veterinaria, damnificada por unos comentarios denigrantes en redes sociales

by AVERUM Abogados

La reputación corporativa de una clínica veterinaria, damnificada por unos comentarios denigrantes en redes sociales

El Juzgado de Primera Instancia nº 7 de Santander ha estimado la demanda presentada por una clínica veterinaria contra un cliente que emprendió una campaña de desprestigio en redes sociales.

En consecuencia, el Tribunal le condenaba a cesar la intromisión ilegítima del derecho al honor de los demandantes, a la retirada de los comentarios injuriosos, calumniosos y amenazantes vertidos por el demandado y allegados de la página web de la clínica, e incluso, a pedir las autorizaciones pertinentes a Google para eliminar las afirmaciones; además del pago de una indemnización por valor de 35.895 euros.

Por su parte, la Audiencia Provincial de Cantabria declaró en su momento que se había producido el descrédito de la clínica, también por parte de familiares y allegados del acusado, ya que formaron parte de difamaciones, sin haber acudido nunca a la clínica y, por tanto, carecían de argumentos para hacer ese tipo de comentarios.

En este aspecto, la Justicia daba la razón a la cínica veterinaria, considerando probada no sólo una amenaza, sino también que se sobrepasaron los límites de la libertad de expresión, lo que suponía una intromisión ilegítima al derecho al honor de los afectados siendo este un ataque intencionado orientado al desprestigio profesional.

¿Un diagnóstico erróneo?

Un cliente visitaba la clínica veterinaria para realizar un examen general a su mascota. A esta le tomaron la temperatura y le propusieron diferentes pruebas para mejorar el diagnóstico. Sin embargo, el dueño llevó al animal a otra clínica, buscando una segunda opinión donde le diagnosticaron una infección de orina.

A los pocos días, el dueño del perro volvió a la primera clínica para solicitar la hoja de reclamaciones, acusándola de haber dado un diagnóstico erróneo y solicitando la devolución del importe de la consulta. Los veterinarios se negaron.

Ante la negativa por parte de la clínica veterinaria, el supuesto afectado por el “mal diagnóstico”, les amenazó con hundirles en las redes sociales y cumplió su palabra. Días después se colgaron numerosas reseñas negativas por parte de la pareja del demandado, de sus hermanos y familiares, lo que ocasionó un daño reputacional y, según recoge la sentencia, “sufrió una pérdida relativa de sus ingresos”, cifrada en 38.773 euros.

¿La reputación corporativa de una clínica veterinaria puede verse afectada?

En un informe aportado por un perito de la causa y, según recoge El Derecho, determinaba que “durante los meses posteriores a la amenaza del consumidor, se vertieron 33 opiniones muy negativas de la clínica, cuando la media de este tipo de publicaciones suele ser de unas cinco reseñas al mes, lo que demuestra que lo ocurrido está claramente relacionado con un hecho puntual “.

Asimismo, el juez añadía que “esta acción va más allá de lo que se podría considerar una lícita crítica legal a la pericia profesional de los demandantes que permiten las páginas web, y está dirigida exclusivamente a afectar negativamente a su prestigio profesional público, tanto en el aspecto de la propia estimación personal como en el de la consideración ajena, constituyendo una extralimitación del ejercicio del derecho a la libertad de expresión”.

Esta sentencia recoge un ejemplo más de cómo las redes sociales son a la vez un canal de “denuncias públicas” y, por ello, un instrumento que puede ser utilizado de una forma ilícita. Aunque este tipo de plataformas permitan el desahogo de ciertas frustraciones por parte de sus usuarios, también pueden llegar a ser un foco de intromisiones ilegítimas al honor, tanto de personas físicas como jurídicas. Asimismo, el uso de las plataformas digitales de información debe estar enfocado a manifestar opiniones reales, basadas en el uso del producto o servicio ofertado, pero sin que lleguen a utilizarse con fines malintencionados.

Desde AVERUM Abogados, queremos recordar a nuestros lectores que cualquiera puede ser víctima de un intromisión ilegítima en su derecho al honor. Además, a día de hoy, gracias a los canales digitales, no sólo se hace más fácil, sino que los daños reputacionales pueden ser mayores.