El papel del CEO en una empresa es clave, no solo por liderar la organización y equipos del negocio, sino también porque, cada vez más, la reputación corporativa depende en gran parte de él. Tal es así que, según un informe recientemente publicado, se estima que casi la mitad de la notoriedad de la compañía está relacionada directamente con el director ejecutivo. Por delante se encuentran la calidad de los productos o servicios, la situación económica y el sector.
Un CEO tiene que trabajar en alcanzar y mantener una buena reputación empresarial, pues de no hacerlo, existen riesgos de dañarla. Para ello, hay diferentes atributos que todo director ejecutivo debe poseer, ya que a día de hoy dirigir la compañía no es suficiente.
Contar con una perspectiva clara del negocio y sector, inspirar y motivar a todos los compañeros, tener una actitud honesta, tomar decisiones centradas en los clientes y conseguir que la empresa sea un gran lugar para trabajar son solo algunas de las características que cualquier CEO debe cuidar día tras día.
La proactividad
A parte de estas cualidades, un CEO reputado es aquel que muestra una actitud proactiva, compartiendo sus ideas y conocimientos, además de involucrar a todos los componentes de la empresa, generando debate sobre el mercado, marca o producto o servicio.
Asimismo, y teniendo en cuenta la relevancia del mundo online, es importante que el CEO sea una persona “digital”, capaz de establecer relaciones con grupos de interés a través de las redes sociales y otras herramientas, con la finalidad de crear una imagen de directivo actual y cercano, que está dispuesto a reaccionar de manera rápida, reforzando la propia comunicación de la compañía.
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