Las redes sociales, esos canales de difusión de ideas y opiniones, pueden convertirse en uno de los peores aliados de los empleados que optan por utilizarlas para criticar de forma pública a su empresa, ya sea en un momento de enfado o no… Pero, ¿dónde está el límite a la hora de opinar sobre la compañía para la que trabajamos?
Para dar respuesta a esta pregunta, hay que tener en cuenta que los tribunales españoles, conscientes de esta situación, trabajan día a día para limitar la libertad de expresión de los empleados que publican en sus redes sociales (o en otras plataformas digitales como son los foros) comentarios insultantes, ofensivos o humillantes contra la empresa en la que desarrollan su actividad laboral.
En este sentido, para AVERUM Abogados, especialistas en derecho al honor, en la defensa de la reputación corporativa y en derecho digital, es fundamental saber diferenciar los contenidos que se publican en redes sociales.
Por un lado, hay que determinar si se trata de una información veraz, siempre y cuando, no contenga expresiones ofensivas; y, por otro lado, se deben analizar los calificativos empleados en los comentarios que puedan degradar o perjudicar la reputación corporativa de la compañía.
Haciendo hincapié en el primer caso, todas las expresiones relacionadas con el ámbito de la crítica y malestar sobre cuestiones laborales, así como sobre el propio funcionamiento de la compañía, se encuentran avaladas por el derecho a la libertad de expresión, recogido en el artículo 20 de la Constitución Española.
Ahora bien, puede darse el caso de que los trabajadores viertan en sus redes sociales comentarios injuriosos o humillantes contra la política de la empresa y contra todo lo que gira en torno a ella, incluyendo al personal de esta (altos cargos, compañeros…); una acción que, si pone en riesgo la imagen corporativa de la compañía, puede terminar en sanción e, incluso, en despido procedente.
Elaborar Código de Conducta
A pesar de que la actual legislación española no cuenta con una regulación precisa sobre el uso de las redes sociales de los empleados a la hora de opinar sobre sus correspondientes empresas, una de las mejores vías se basa en desarrollar protocolos internos.
Así pues, y con el objetivo de evitar un despido disciplinario, se recomienda que toda compañía elabore un Código de Conducta, en el que queden reflejadas de forma detallada todas sus normas internas, plasmando a su vez los comportamientos que pueden ser sancionables, así como las consecuencias de una mala praxis.
Los trabajadores, por su parte, tendrán que cumplir las obligaciones establecidas por las empresas a las que pertenecen, mientras que estas últimas tendrán que dedicar tiempo a ejercer un control sobre las conductas de los colaboradores.
Si necesitas ayuda de un profesional en un contencioso legal, no dudes en ponerte en contacto con AVERUM Abogados.
